Daniel Ricciardo lo está pasando muy mal estos días. El australiano es muy lento al volante de los Racing Bulls, por lo demás muy competitivos, y Yuki Tsunoda le ha dado una paliza espectacular.
Lo realmente vergonzoso es que está recibiendo una paliza mucho mayor que la que jamás ha recibido el recientemente destituido Nyck de Vries... No solo la afición está molesta, y según se informa, el mundo profesional empieza a opinar sobre el futuro de Ricciardo. Si los rumores del paddock son ciertos, Helmut Marko ya está sudando la gota gorda por el rendimiento del por lo demás simpático piloto y, según se informa, le ha dado un ultimátum. Si Tsunoda lo vence por cuarta vez en cuatro ocasiones en el Gran Premio de Japón —algo que, hay que reconocer, tiene todas las posibilidades de conseguir contra un piloto entusiasmado por la afición local—, entonces sí que irá para abajo, sí que irá para arriba. A Daniel Ricciardo no le ayuda que Liam Lawson, por su parte, también esté muy activo, claramente deseando un puesto tras su excelente actuación en la carrera del año pasado. Si "todo va bien", lo tendrá pronto...