La noticia sensacional de hoy es que Lewis Hamilton podría fichar por la Scuderia Ferrari a partir de 2025. Supuestamente, el acuerdo ya está cerrado y solo estamos esperando el anuncio oficial.
En momentos como estos, las secciones de comentarios en redes sociales se llenan de comentarios, y todos piensan que es pura especulación, un bulo o incluso noticias falsas de mala calidad. Queremos llamar su atención sobre cómo funciona la prensa: una noticia surge cuando la información sale a la luz por alguna razón. Si cada vez más medios publican esta información sin desmentido oficial, y si la única reacción es un silencio ensordecedor, podemos estar seguros de una cosa: ¡no se trata solo de clickbait!
Esta es precisamente la situación con Hamilton, donde la idea y el deseo de un cambio de equipo se han hecho cada vez más evidentes desde hace tiempo. Empecemos por el hecho de que no hay campeón de F1 que no quisiera vestir el mono rojo al menos una vez. Vale la pena considerar lo motivadora que puede ser la reciente falta de éxito de Mercedes para un siete veces campeón del mundo. También es interesante reflexionar sobre cómo Hamilton, que ha ido perdiendo popularidad, pudo lograr una retirada triunfal de las carreras al asegurar su octavo título mundial con Ferrari y restaurar la confianza en Maranello. Y ni hablar del valor publicitario.
Aunque la honestidad no es el punto fuerte de Lewis Hamilton, y los fanáticos de Ferrari pueden dudar, este sería aún así un momento muy original en la Fórmula 1, que se ha convertido cada vez más en un espectáculo excesivamente comercializado.
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