Hemos alzado la voz varias veces respecto al hecho de que a los dirigentes de la F1 no les importan las tradiciones.
He aquí otro ejemplo impactante. El increíblemente popular promotor del Gran Premio de los Países Bajos, que se encuentra en la cima de la audiencia entre las carreras, anunció hoy su retirada del circuito de F1. De forma permanente. Se puede leer el comunicado oficial, e incluso encontrarle alguna justificación, pero todos sabemos la verdad: los circuitos "droide" de Las Vegas, Miami y Qatar, sin sentido y con grandes fortunas, están llegando y están convirtiendo el deporte en un negocio exclusivo. Cada vez con más fuerza y más ruido… Mientras tanto, están llevando los circuitos que representan la esencia del deporte al borde de la destrucción. O al abismo.
Tuvimos numerosas oportunidades para continuar. Podríamos haber intercambiado pistas cada año, por ejemplo, pero no le vimos sentido a todo. Sorprendentemente, tras sopesar muchos aspectos, concluimos que no merecía la pena continuar. La última carrera en Zandvoort será en 2026, marcando el final de una era icónica en la historia del deporte holandés. Max Verstappen es el líder y héroe de todo, así que recomiendo disfrutar de estos dos años y carreras que quedan con él en lugar de lamentarnos.
Para seguir siendo rentables, necesitaríamos un lleno absoluto durante tres días en un Gran Premio, una línea muy delgada que no podremos cruzar en el futuro. Un descenso puntual no sería un problema tan grave; el problema es que las previsiones del mercado muestran algo diferente... —afirma la cruda realidad en el comunicado del circuito—.